entreGirasoles by Magdalena Carmelizada: ¡Soy mamá y me encanta!

Hoy estoy algo melancólica, bueno, la verdad es que no sé si esa es la definición de mi estado anímico porque se mezcla también con felicidad y satisfacción.

Llevo una semana viendo a muchas embarazadas y aunque no pueda decir que es un estado que envidie, (soy de las que piensan que a los hijos se les disfrutan más cuando han nacido), si es verdad que me he ido un tiempo atrás para recordar ese momento en que ví a mis hijos por primera vez.

Oler esa fragancia a vida nueva, ese primer llanto, ese pelito pegado aún...Ese momento en el que compruebas que tenga los cinco deditos en cada mano y en cada pie. Esa conexión cuando toma el pecho por primera vez...

Otro momento que recuerdo siempre emocionada es cuando llegué a casa tras salir de la clínica y se conocieron los hermanos. Y cómo en ese mismo instante, me di cuenta que dejé a un bebé, de 3 años en casa y dos días más tardes me encontré a un niño de 3 años en casa.

Una de las mejores experiencias que puede sentir una mujer es la maternidad, no digo nada nuevo.

En mi caso, cada día aprendo algo más. Tengo la sensación que ellos me enseñan a mí más que yo a ellos. Mi capacidad de control, de fortaleza, de positividad, de creatividad, de relativizar lo verdaderamente importante...

Y es verdad que la maternidad se siente de muchas maneras, en ocasiones no has tenido que parir para sentir que un pequeñín de la casa te tiene conquistada y lo sientes tuyo, ya sea tu nieto, tu sobrino, un ahijado o el hijo de una prima.

Y como nos gusta presumir de peques, nos gusta llevarlos a bandera. Yo siempre los tengo colgados del cuello, a veces literalmente y otras con estos collares.