domingo, 27 de julio de 2014

Sí a la PAZ

Siempre he escuchado hablar de tí, pero aún no te conozco de la manera global que todos esperamos. Estoy deseando de econtrarnos pronto, Paz.

Desde pequeños concienciándonos que el mundo será más útil y feliz si conseguimos que todos vivamos en armonía. Desde edades muy tempranas, en el cole y en casa, rezando y cantándole a la paz.

Pero todo sigue siendo igual. Gentes que andan con el miedo de pisar una mina, niños que no conocen la infancia, parejas que no han tenido ocasión de disfrutar una cena romántica con canciones de amor y risas.

Sentados en nuestras casas, podemos ver a través de la tele, ciudades destruidas como si hubiera pasado un gran terremoto. Mujeres llorando la muerte de sus maridos y de sus hijos. Niños que...mejor no seguir.

Supera la sensibilidad de cualquiera meterse en el pellejo de estas personas a las que le ha tocado vivir esa "vida", donde su banda sonora son las sirenas antimisiles, gritos, llantos y bombardeos.

No sé cómo puede haber mentes tan cerradas y perversas como para no reaccionar a decir BASTA ante tanta muerte, tanto desconsuelo, tanta pena, tanta sumisión. Hasta dónde son capaces de llegar?

Si fuera una niña y me concedieran un deseo lo tendría claro, diría: "Me gustaría tener poder, pero mucho. mucho poder y que dejasen en mi mano poder decidir estos asuntos. Abrir los ojos a los que están enfrentados, hacer reparticiones salomónicas y todos tan contentos"....Si fuera tan fácil, verdad?

Mi optimismo habitual hoy no me sale. Hoy está en lo más profundo de mi alma. 
Son tantas y tantas las ilusiones pisoteadas, derrumbadas, bombardeadas... 
Pero hay algo que sí tengo. Me queda esa mínima esperanza de pensar que no hay nada infinito y que algún dia, espero que sea más pronto que tarde, podamos salir todos a la calle gritando que vivimos en un mundo sin guerras, que hemos conseguido la paz, que todos tenemos el derecho a la felicidad, a la libertad, a la vida.




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