6 de la tarde. El golpe seco en la puerta de toriles y los primeros sones de un clarín, anuncian la salida del monumento animal más bravo y bello que pueda pisar el albero.
Una mirada impaciente a la vez que tranquila, observa tras el burladero el arranque y primeros pases del astado.
Dos manoletinas con paso firme y suave se van acercando al animal. Varios lances lo llevan poco a poco a entrar a capote. El torero, se recrea con unas verónicas, chicuelinas, revoleras...
Tras los tercios de varas y de banderillas, en plena faena de duelo entre el toro y el matador, el silencio absoluto de la plaza, rompe con las notas de un pasodoble que emocionan al tendido, que espectante, va enamorándose de la bravura del toro y del arte del torero...
La firme y brava embestida hace que la plaza pida el indulto del animal, que concedido sin lugar a dudas por el presidente, deja plenamente eufórico al respetable.
Colección entreAlbero. |
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PD.: Que en esta temporada sean muchos los indultos.
Que arte y que imaginación. Olé tú!!
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