A pesar de mis defectos y mis virtudes, lo que podría resaltar de mi personalidad es que soy una persona de frente. No tengo dobleces, si me encuentro bien me lo notas y si me encuentro mal se me nota aún sonriendo.
Hace días quería escribir pero no tenía ánimo para hacerlo. No es que ahora me encuentre mucho mejor, pues han ocurrido cosas que me tienen el alma triste, pero debo tomar fuerzas y abrir los ojos. Que aunque pienso en esos silencios que debe haber en cierto lugar y que aturden mi mente y rompen mi alma, soy consciente que hay cosas por las que nada se puede hacer, en cambio las personas que se tienen alrededor, nos necesitan alegres, cómplices y fuertes.
Así que he optado por adoptar otra aptitud. Una disposición que va amasando lentamente esa pena que tengo ahí dentro pero que con la fe y el tiempo se aprende a vivir con ella.
Empezar (ahora para mi) un adviento de alegría y optimismo. Que sea feliz para los que tengo a mi alrededor y para mí misma.
Así que me disculpo ante esas personas que han podido sentirme triste, apática y pensativa. Aunque a la misma vez se que no aceptarán estas disculpas pues son las personas que me quieren y me comprenden. Gracias a ellos y por ellos este Ave Fénix resurgirá de esas cenizas de las que haré purpurina de mil colores.
PD: Siempre estaréis en mis oraciones y en mi corazón.
Fdo.: Carmen.
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